El mercado 89

Uno de los retos, me parece, de Coyoacán, es mejorar su mercado. Obviamente es llamativo, suele llenarse de turistas, a los vecinos nos gusta, lo queremos y a su vez también sabemos que es caro, así que cuidamos qué tanto compramos ahí (les recomiendo ir al mercado de San Mateo Churubusco, hasta 20% más barato).

Arquitectónicamente no luce. Cuenta con un cascarón que no debió constuirse así. La nave central tuvo su relevancia arquitectónica pero se construyó un contorno, lo que yo llamo cascarón, más una nave norte, donde se concentra la mayoría de los locales de comida.

Les comparto algunas fotos.

Nave principal.

En la primera imagen pueden ver la estructura del mercado (espero poder hacer una buena descripción, no siendo arquitecto o ingeniero), los techos están directamente sostenidos de cada columna, no hay vigas, como no las suele haber en la obra de Félix Candela, uno de los arquitectos que diseñó este mercado. Sin embargo, los elementos estéticos quedan ocultos en la dinámica real del mercado: la ductería está elevada, cada local ha hecho lo que ha necesitado hacer para la funcionalidad de su local, como en este caso.

El mercado se veía así antes de su inauguración (con base en fotos encontradas en Google). Observen la imagen del lado izquierdo. Allí se nota que hay unas puertas, las cuales eran la entrada al mercado. Esto significa que la crujía exterior actual fue añadida en años posteriores.

Ahora veamos la fachada de Allende. Para ampliar el mercado, en vez de generar una estructura que armonizara con los «hypars» de Félix Candela, se generó una estructura sin mayor valor arquitectónico, usando materiales baratos e incentivando el desorden que ya conocemos, pero donde encontramos todo.

Fachada de Allende. El resto delas fachadas, Malintzin y Xicoténcatl, también tiene esa nave exterior con «casita».

En el mercado también encontraremos, por ejemplo, basura. En vez de gestionar los residuos en contenedores, se tiran sobre la rampa de descarga de mercancía, lo cual es cero higiénico:

El otro andén de descarga se utiliza por «alguien» (el franelero) para estacionar coches y los desbordan hacia la calle de Malintzin, invadiendo áreas peatonales, sin realmente generar una capacidad relevante para llevarle clientela al mercado.

Esta rampa siempre está desbordada de automóviles y camionetas, sin que las personas puedan pasar caminando

Los locales han hecho lo que han querido, sin que la autoridad reaccione, llegando al extremo del local de mariscos (caro pero muy bueno) que se apropió por completo de la banqueta y deja un área estrecha para pasar y de hecho forma un punto ciego en el cruce peatonal. Allí pueden ver que tanto las jardineras lucen espantosas, como que hay otros establecimientos informales en el entorno.

Cada elemento es diferente y fue hecho por distintas personas. Por ejemplo, esta jardinera:

La pregunta pertinente es ¿vale la pena transformar el mercado?

Por lo regular, la modernización de los mercados genera mucha resistencia en la ciudad. Se han hecho modernizaciones superficiales de algunos mercados, pero me parece que ninguno de la estética (oculta) del Mercado 89. Seguramente se puede hacer algo superficial (y podría apostar que si se llega a hacer pronto, terminará siendo algo superficial como pintar la fachada del color del partido en el poder o algo así, lo que terminará siendo triste y lamentable).

Qué propongo. Me parece que no se pueden reducir ni el número o los tamaños de los locales, pero sí se pueden reubicar y ordenar. Sin embargo, antes viene un para qué. Enumero las respuestas:

  1. La fundamental es la conservación del centro de Coyoacán. El mercado no corresponde a la dimensión histórica de la zona.
  2. Otro objetivo es recuperar el control del mercado. Es notorio que hay poderes fácticos y no sabemos sus alcances.
  3. Otro es la sanidad. No puede mezclarse el residuo con los alimentos de esa manera. Dejar la basura en el piso implican riesgos a la salud.
  4. Claramente hay objetivos estéticos. Mercados hay muchos, mercados con valor arquitectónico son pocos en la ciudad.
  5. Pero también deben plantearse objetivos económicos: ¿es tan buena fiesta el mercado de Coyoacán? Tal vez para algunos sí lo es, no estaría seguro que todos los locales funcionen igual. ¿Por qué es un mercado más caro, porque convive con el turismo? ¿Eso hace que la mercancía rote más o que sea de mejor calidad? Son preguntas que podrían tener una investigación sobre el mercado. En todo caso el para qué, representa una posibilidad de diálogo con los comerciantes del mercado para reducir la resistencia al cambio.
  6. También podríamos plantearnos objetivos sociales, muy de la mano, para mejorar las condiciones de los actores de la zona

No es un proceso sencillo. Políticos poco comprometidos con el cambio profundo siempre dirán que basta con pintura. Yo creo que el mercado vale más la pena.

Ahora bien, qué hacer. Les dejaré una presentación. En principio la hice estando en la Alcaldía. En otra área (les encanta duplicar misiones), Vinculación, hicieron otra presentación; incorporé en una última versión algunas de sus ideas. La idea central es aprovechar la calle de Malintzin, volverla peatonal, colocar allí locales del mercado, reproduciendo el concepto de los hypars de Candela y en el contorno hacer intervenciones que evoquen la obra original del mercado, particularmente en las fachadas de Malintzin y Allende.

En el caso de Xicoténcatl, es decir, la nave norte, se podría edificar un segundo piso del mercado, sea como bodega o como área de venta de inorgánicos, similar a lo que ocurre ya en esta imagen, donde algunos locales han formado un segundo piso de hecho:

No está mencionado en la presentación pero me parece que un tema clave es enterrar los cables del mercado y hacer una escala de local que permita ampliar las capacidades de almacenamiento sin que los locatarios modifiquen sus locales hacia arriba, para que luzcan los hypars. También hay un detalle, la calle de Malintzin tiene una escuela al lado opuesto del mercado, lo que forzaría a usar estufas eléctricas, en caso de que se instale allí un área de comida.

Este es el GIF de la presentación:

Por último, les diría que las zonas más inseguras del Centro de Coyoacán están en torno al mercado: cristalazos en Abasolo, asaltos en el entorno del Jardín Allende y hacia París, por las calles de Allende y Aguayo. Transformar el mercado abonará a la seguridad.

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