Cómo NO se gestionan las banquetas

En mi salida de la Alcaldía de Coyoacán hay un hecho fundamental: las banquetas de Viveros. Mi presencia en la administración local tendría que haber hecho la diferencia en la infraestructura peatonal; no fue así.

Días antes de iniciar la actual administración tuvimos un sábado de preparación de las primeras acciones de gobierno. Ese día hice énfasis en algo que me parece clave: primero planear la infraestructura peatonal y luego ejecutar, no ejecutar directo como hacen todos. Es decir, pedí que en 2021 no se atendieran banquetas para que en 2022 se realizaran trabajos con mejor estrategia.

De pronto me entero que estaban programadas las banquetas de Viveros. Las fui a ver. Estaban mal, sin duda, pero lo que solicité fue intervenirlas bajo la lógica de un trayecto: cruces peatonales, accesibilidad, equipamiento ciclista, orejas, ampliar el área de Madrid y México donde hay un cruce peligroso, modificar el giro hacia Melchor Ocampo donde también hay riesgos.

Hice lo más que pude para corregir el «proyecto» (ni siquiera había tal). En mi reclamo terminamos en una reunión exprés en la que insistí no sólo en la viabilidad de modificarlo, sino que anticipé que había realizado avances en gestiones con el Gobierno Central. Alguien, a quien no concedo autoridad alguna, respondió que no era viable. Debí renunciar en ese momento, me ganó la prudencia.

Hoy pueden ver las banquetas de Viveros: malos acabados, rampas con pendientes fuera de norma, mal ubicadas y hasta bloqueadas por vehículos estacionados. De forma improvisada ampliaron las áreas de intervención en otras calles, sin una razón objetiva de por qué hacerlo así, con los mismos resultados.

No voy a personalizar las culpas: el problema no es Coyoacán. Todas las autoridades locales improvisan la estrategia peatonal. Mi ofensa en Coyoacán es que fui utilizado: se me invita y elogia por lo que represento, pero se me anula por completo en la toma de decisiones. Me fui porque busco influir desde fuera; no me siento cómodo con un encargo decorativo.

Cambio la página. El tema no soy yo. Ni el alcalde. Nadie en específico. Es Coyoacán y los coyoacanenses.

Rampa obstruida y fuera de norma
Esta foto es previa a la colocación de los bolardos … pero ya ahí se observa que la ubicación es incorrecta. La falta de «orejas» facilita que los autos invadan la rampa.

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