Higuera

La calle de Higuera, en teoría, es la más antigua de Coyoacán. Enlaza la parte de atrás del Templo de San Juan Bautista con la plaza de la Conchita. Son sólo dos calles, de Caballo Calco a Figuraco con Arturo Ibáñez, y de éstas a Vallarta.

Higuera tiene todos los elementos para volverse una calle compartida o peatonal. Como hay algunas cocheras y estacionamientos públicos lo correcto es plantear un espacio compartido. Un diseño que asegure la circulación vehicular por debajo de los 20 km/h, y a su vez permita que un peatón camine distraído con plena seguridad.

Higuera, sin embargo, tiene una dificultad. Al ser una calle antigua, la ampliación de la banqueta o la reconstrucción de la calle toda al mismo nivel conlleva el reto de la conservación de algunos materiales preexistentes. Es decir, esto encarece el proyecto y limita sus alcances. Por eso me parece que lo mejor es jugar con herramientas temporales para mejorar la calle y a su vez calmarla: mobiliario, elementos decorativos tanto aéreos como horizontales, y alguna que otra activación que la vuelva temporalmente peatonal.

Es decir, hay que producir un zigzagueo de la circulación vehicular mediante mobiliario urbano (bancas y macetas), decorar el piso mediante una intervención artística temporal, y a su vez adornar la calle con elementos plásticos de color, también temporales, y eventualmente con murales, sobre todo en las fachadas menos agradables (como el estacionamiento público).

Con muy bajo costo podemos hacer las cosas bien y empezar a transformar el espacio, y más adelante, con más recursos, se llevan a cabo las intervenciones permanentes.

Puedo añadir que hay que ordenar sitios específicos: el mercado de comida, el correo, la esquina de Figuraco, entre otros, pero de alguna manera forma todo parte del mismo proceso y exige participación de los vecinos directamente implicados.

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